viernes, 31 de marzo de 2017

¿Qué es lo virtual? Pierre Lévy


¿QUÉ ES LO VIRTUAL? 
 
PIERRE LÉVY

En el libro estudiado de Pierre Lévy, el autor se plantea la tarea de indagar el sentido de la virtualización, no en el sentido catastrófico, que la contemplan como el cataclismo que anuncia el fin de la cultura y las relaciones humanizadas; y tampoco, con la visión idealizada que la presentan como la panacea para los problemas de nuestras sociedades post-industriales. Presenta tres estados alternos a lo virtual: lo actual, lo real y lo posible. El libro estudia la virtualización que remonta desde lo real o lo actual hacia lo virtual.
En su uso corriente, el término virtual se suele emplear a menudo para expresar la ausencia pura y simple de existencia, presuponiendo la realidad como una realización material, una presencia tangible. Lo real estaría en el orden del yo lo tengo, en tanto que lo virtual estaría dentro del orden del tú lo tendrás, o de la ilusión.
La palabra virtual procede del latín medieval virtualis, que a su vez deriva de virtus: fuerza, potencia. En la filosofía escolástica, lo virtual es aquello que existe en potencia pero no en acto. Lo virtual tiende a actualizarse, aunque no se concretiza de un modo efectivo o formal. El árbol está virtualmente presente en la semilla. Con todo rigor filosófico, lo virtual no se opone a lo real sino a lo actual: virtualidad y actualidad sólo son dos maneras de ser diferentes.
La actualización es creación, invención de una forma a partir de una configuración dinámica de fuerzas y finalidades. Es distinto a asignar una realidad a un posible o a la elección entre un conjunto predeterminado: una producción de cualidades nuevas, una transformación de las ideas, una verdadera conversión que, por contrapartida, alimenta lo virtual.
Lo real se asemeja a lo posible; por el contrario, lo actual no se parece en nada a lo virtual: le responde.
Para Lévy, la virtualización no es buena ni es mala, pero sobretodo tiene poca afinidad con lo falso, lo ilusorio y lo imaginario; lo virtual no es lo opuesto a lo real sino una forma de ser que favorece la creatividad y deja ver algunos de los asuntos que la presencia física inmediata nos ha llevado a tratar con superficialidad.
El autor aporta que la virtualización tiene un vínculo muy estrecho con la información y la comunicación, pero que también se va a vincular con la economía; con el cuerpo, la constitución del sujeto y su lenguaje; con la política; con la inteligencia donde hay una inteligencia colectiva emergente; y la sensibilidad.
Lévy concibe la virtualización de la inteligencia como un campo de juego donde se enfrentan dos equipos, produciendo todo tipo de sinergias para dominar el balón y alcanzar el objetivo propuesto: vencer al equipo contrincante. Por ende, “los jugadores hacen que el balón sea a la vez un índice giratorio entre los sujetos individuales, un vector que permite a cada uno y el objeto principal, el vínculo dinámico del sujeto colectivo. El balón se considera como un prototipo del objeto-vínculo, del objeto catalizador de la inteligencia colectiva.
En el caso de la inteligencia virtual los grupos colectivos plantean sus intereses que los identifican frente a otros grupos colectivos, centrando el interés en procesos cooperativos, igualitarios y competitivos, pero siempre abiertos al conocimiento y a la inclusión de una nueva información. De ahí que, el balón comienza a circular de acuerdo a los intereses de los participantes virtuales, conllevando a una virtualización de los procesos, ya sea en orden de poder o de hegemonía, o de apresar un ámbito de resignificación de la ciencia para ser una persona competitiva en el ámbito del mundo global o local. Durante el proceso de virtualización el vector que centra el interés del colectivo se convierte en una acción virtual objetivada, a la vez que es objeto de socialización.
La lectura reconoce la realidad de los adelantos tecnológicos que nos permite adentrarnos a nuevos acercamientos al cuerpo reconociendo así la posibilidad de comprender mejor su constitución a partir de representaciones tecnológicas.
Por eso, reconociendo los avances tecnológicos para responder a los estímulos complejos del ser humanos, se debe apreciar que esta propuesta de una nueva “corporalidad” se escapa a la comprensión del humano porque no se ha podido reconstruir todos los estímulos que la realidad enriquece a la vida del ser humano.
El texto es un objeto virtual que se actualiza constantemente por medio de la lectura e interpretación del lector. La virtualización del texto está en estrecha relación con la lectura y a partir de allí con la fabricación y actualización del sentido.
En el que en todo caso lo virtual se hace presente cuando se actualiza el mensaje y se asigna una interpretación, donde los nuevos avances tecnológicos favorecen un tratamiento distinto del texto: que le permiten al lector hacer una lectura lineal, discontinua, que lo convierte en escritor. Es la subjetividad la que conduce el tipo de asociaciones y conexiones que se desean se realizaran. Conexiones con dos hipertextos, creación de vínculos, saltar por diferentes nodos, generar enlaces con personas que aportan a la construcción del hipertexto.
Para Levy aquí es donde surge la problemática, en el acoplamiento dado entre el procesador, los programas de lectura, el navegador y el lector. La participación colectiva en la construcción de un hipertexto contiene el aporte subjetivo de variadas personas, sin embargo cuando un lector particular se relaciona con este, de alguna manera pierde contacto con los coautores, le pide al texto que le haga pensar aquí y ahora. Estos acercamientos con el texto digital hacen pensar en nuevas mutaciones e invención de otros sistemas de escritura en el inmenso mar del ciberespacio para aumentar su potencial lo que llama Lévy: el surgimiento de una nueva cultura del texto.
En cuanto a la economía, esta requiere de contratos y técnicas que virtualizan acciones y relaciones de fuerza con una significación precisamente económica. ¿En qué consiste esa significación económica?, es decir, ¿cómo es que lo utilitario o lo funcional de las prácticas económicas se constituye como algo con significados intensos, con formas que tienen intensidad, con características de potencialidad aglutinadora en lo social? Es una pregunta que indaga por la afectividad en el proceso de virtualización de la economía.
Los hilos que se han elegido como configuradores del proceso económico (dinero, trabajo, consumo) pueden comprenderse como formas afectivas objetivadas y a la vez constituidas en tecnologías. Por ejemplo: el dinero, como lo hemos señalado, tiene esa dimensión doble de lo material y lo inmaterial, precisamente porque virtualiza relaciones sociales previamente constituidas.

Carlos Miranda
CI. 6 719 865

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